martes, 10 de noviembre de 2009

Autocuidado de los adultos que se relacionan constantemente con los niños y niñas:


Quienes trabajan o cuidan a los niños son víctimas del desgaste, angustia, cansancio, fatiga, frustración que pueden hacer insuficiente cualquier tipo de intento por llevar adecuadamente las actividades del hogar o de la escuela. Por eso que los padres, apoderados y profesores deben darse permiso para descansar con el fin de recargar la energía perdida ya sea a través de la existencia de redes de apoyo con quienes poder desahogarse o con quienes buscar ayuda y consejo.
Si hablamos de Autocuidado de los cuidadores es imposible no considerar el concepto de Burnout, el cual según Freudenberg (1974, citado en Arón y Llanos, 2004) como “un estado de fatiga o frustración que aparece como resultado de la devoción a una causa, a un estilo de vida o a una relación que no produce recompensas esperadas”. Se caracteriza por síntomas como el cansancio, fatiga, lentitud en las labores, síntomas físicos como cefaleas, dolor del estomago, alteración del sueño, problemas en la piel, problemas conductuales como atrasos, ausentismo laboral, perdida de entusiasmo, aislamiento, toxicomanías y problemas psicológicos como irritabilidad, disminución de la autoeficacia, deterioro del autoconcepto, negatividad, culpa, cambios en las creencias religiosas. También existen otros fenómenos como el mobbing o acoso laboral, otros tipos de acosos que también producen un desgate en los cuidadores o trabajadores de lugares relacionados a la educación.
Otro problema que se asocia a este tipo de profesionales es la contaminación temática la cual es entendida como el efecto que tiene sobre las personas en enfrentar temas de alto impacto emocional. Este tipo de impacto es silencioso y acumulativo como si se tratase de otro tipo de contaminación toxica.
También influye en el desgaste de los profesionales la traumatización vicaria la cual se refiere al efecto de reproducir en uno mismo los síntomas o sufrimientos de las victimas de cualquier forma de violencia que se reporte, por lo tanto es posible que se produzca una hipersensibilización del profesional acarreándole problemas de tipo emocional.
Lo mismo ocurre con el equipo en si ya que la victimización también se traslada a este nivel y esto desencadena una hipervigilancia de los problemas dentro del equipo lo que se traduce en daños emocionales y problemas de relación entre los miembros.
Según Milicic (citada en Barraza, 2003) “los padres necesitan estar bien para poder transmitir ternura, aceptación y seguridad a sus hijos”. Es por esto que el trabajo con la familia y la escuela es fundamental para la instauración de dinámicas y contextos de buen trato que fortalezcan a los niños y los ayuden a conseguir un mejor aprendizaje y una mejor calidad de vida.