martes, 10 de noviembre de 2009

El Apego en el Buen Trato


Según Bowlby en su Teoría desde que nacemos, establecemos nuestras primeras relaciones con personas significativas y como esta forma de relacionarnos influirá en nuestra personalidad y en la forma en que estableceremos relaciones con las demás personas. Este sistema de apego está compuesto por conductas y emociones que logran mantener a los niños en cercanía física de sus cuidadores.
La conducta de apego puede observarse durante toda la vida, sobretodo en situaciones de emergencias y en diferentes circunstancias la conducta de apego puede ser manifestada hacia una diversidad de individuos. Los tipos de apegos son apego seguro, apego inseguro ya sea de tipo ansioso ambivalente, apego evitativo hostil o desorganizado. Estos tipos de apoyo se configuran según la relación que se establece con las figuras parentales o con los cuidadores y dependen de la permanencia y seguridad que le brinda al niño este figura. Según esto las personas configuran la forma en cómo se relaciona con las demás personas.
Según Barudy al tratarse en específico de un problema vincular con las madres es posible encontrar características de estas que entorpecen esta relación madre – hijo, por ejemplo: la depresión, enfermedades mentales, toxicomanías y traumatismos. De estas características se desprenden dos grupos de madres: 1) las carenciadas, pasivas e indolentes quienes propician una relación de apego ambivalente y 2) las madres carenciadas activo – impulsiva con quienes se establece una relación de apego evitativo
El buen trato va de la mano con el apego seguro ya que quienes presentan este tipo de apego suelen ser más seguros de si mismos, más cálidos, más estables, positivos sociales y empáticos. Mientras que el mal trato se relaciones con los otros tipos de apego ya que las personas tienen a presentar problemas al momento de establecer vínculos.